martes, 7 de febrero de 2012

Bala-da de invierno

Tú elegiste mi asiento
en la clase turista,
y el destino de este viaje
hacia hexagonales plumas
de helada delicadeza.
Partenaire en la travesía
mientras no encuentres
la única palabra
que clame misionera,
la hoz de los trigales
y las espumas.

Palabra de basalto,
comienzos arquitectónicos
de regresos y partidas.
La que enseñe su quijada
si nos halla recitando
soliloquios tiránicos
y cobardicas:

"...Y lo mucho que me quieres,
y lo mucho que me pierdo,
lo mucho que te debo
y lo mucho que me dás..."

Palabra libertadora
que me señale polizón de guadaña,
fondo y retahíla en su intención
de morir vértice y arista del asfalto.
Y cambie mi butaca y mi ventana
si la detonas como última bala,
aquella que me invite en solitario,
a poner el rumbo hacia la antítesis
de tu camino.

1 comentario:

Nená dijo...

Vaya envite de poema, una palabra y hago el giro de talón o como tú dices 'poner rumbo hacia la antítesis de tu camino'. Me ha gustado esa idea.

Beso,

Neni