martes, 31 de mayo de 2011

Andar sin ascuas


Una puerta me recuerda la rutina
con su codazo seco,
un sordo bramido tras mi espalda,
me empuja con tu huella de rescoldo
caminando de costado hacia la vida.

Amanece en su rumor,
el sencillo acontecer de la mañana
con olores a labriegos de baldíos.

Me disuelvo entre sus caras,
espejos de grises hieratismos.

Canto en el repique de esta danza,
y con un paso cambiado, me sonrío.
Yo te llevo escondida en una cesta
cubierta por cálidos rubíes.

Te quisiera hoy, tal como me quieres,
directa en el soplo de las sienes,
y diestra con el sable del cobijo.

Y me enderezas como al viento,
dibujando en mi vuelo algún susurro
si te busca el gorrión de mi mirada.

A veces si lo pienso en el recuerdo
en este rutinario espacio entre vacíos,
temo a la huída de tu mano tantas horas.

Es mi miedo.
Si pienso que tus brasas se me apagan
en mitad de la nada de un camino
y pierdo mi capacho con tus señas,
cantando en el regreso a tu ardentía.

domingo, 29 de mayo de 2011

Soledades


Hablo de soledades
cuando me agito el alma
y espero que la descorches.

Sirvo la encarnada lluvia
en dos copas de Murano
y te lleno mi voz a tragos.

Miras con ausencia
al recoger los pedazos
de quien se hizo boca
para estrellar su botella
en la pared equivocada.

Suena tu eco en el envase,
intacto y vacío
y sonrío si preguntas:
¿Por qué somos viscerales?

Después,
secas las escamas
con los calcinados versos
y la muda incomprensión.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Y no dejo de morir


Vivo muriendo
en el sigiloso suelo ya desnudo,
pero aún se elevan los cristales
con el soleado polen de tus labios,
tan fugaces brillando por mi boca

Y me entierro en los confines
Para escucharte
Para morir en tu voz
Para no dejar de afinar
Para no dejar de morir

No abandono mi plato en humedades
si aun retiene el caldo de tu cuerpo,
ese mar tan azul y pronunciado
desde el espacio inerte de mis ojos

Y en un papel amarillo satinado
Para mirarte
Para morir en tu sueño
Para no dejar de observar
Para no dejar de morir

Me desdoblo el pecho
abonando flores en tu vientre
para saciarme en el festín
de la fosa en que te rezo

Y arranco vetas de diamantes
Para minarte
Para descubrir tus misterios
Para no dejar de escavar
Para no dejar de morir
Amándote .....

domingo, 22 de mayo de 2011

La calle se dibuja


La fuerza de mi mano
se desvanece.

El viento la vence
y la paz me llega
implorando su collar
para escapar de casa.

Se me cobija la sombra
con toda su negrura
buscando otros contagios
que liberen cautiverios.

Y corre clara y enamorada
detrás de voces limpias
con sus blancos pinceles.

Anónimos,
se juntaron nuestros ecos
y clamamos dignidades
por las calles hambrientas.

Amigos de las palabras
con que se encalan los sueños.

Y al fin,
la calle repleta y dibujada
con nuestras blancas sombras
libres y hermanadas.

martes, 17 de mayo de 2011

Tan distinta y lejana


Me basta tan solo con sentirme
en el borde curvilíneo de tu pena
para palpar toda la inmensidad
del migratorio vuelo hacia la nada.

En la oscuridad de no tenerte
la lluvia te reclama en lo sencillo,
en la boca de un golpe de deseo
sin el estallido del verbo que lo ate.

Soy tan fiel a tu impresencia
que rearmo ya mis sienes
para detenerte en los sudores
que me brotan al galope del costado.

Se encarna en amapolas mi camisa
con los hilos dorados de tus ojos
y desangras serena la impaciencia
que consume tu tañido en mi oratorio.

Tan distinta en esta oscuridad,
sin el rumor de tu mar en mi ventana
y con la extrema vocación de este suspiro
a sumergirse en tu huracán y a regresarte.

Me vences durmiendo muy lejana
en el infértil alimento verdiseco,
como venció a mi pulso este poema
que sin saberte, nació en tu simetría
de vidrio emancipado y tan ajeno al resto.

sábado, 14 de mayo de 2011

Componiendo


Quiero hablar de métricas,
de lo bien que suenan
las corcheas en tu espalda,
las fusas, semifusas
afinadas con los labios.

El sonido en mi garganta,
el fagot de un tenor asustado
que imita tu voz ante el espejo.

Y la tuya evidencia la risa
y el llanto y el grito
y el deseo bañado en caricias.

¿Es ya de madrugada?
Si, todo es advenimiento y sinfonía,
ya amanece sin sed de alba.

Nos afanamos en entender este momento
y creo,
que no sabemos de lenguas tan antiguas
y no podremos siquiera traducirlas.

Porque no hay,
un acorde inmortal en las gramolas
y llevamos la armonía entre manojos.

Aún
no se despiden los pañuelos
desde la cima de tus rizos,
no hay puerto, ni anden
ni embarcadero
donde me alcen de puntillas
para alejarme de tus sueños.

Y es que hoy,
me siento el gran compositor
que estrena el canto de tu lecho
acariciando cada una de las teclas
de tu rendido cuerpo.

Mírame,
me vierto al infierno de cabeza
y ya no hay perdón que me importe.

jueves, 12 de mayo de 2011

Imágenes

Y aprieto los labios
en la superficie más rugosa
del secreto.

Sólo veo luz y emociones
que llaman por su nombre
cada estrella de la noche.

Y al fondo, una masa
con nieve en sus umbrales
me muerde el alma con su látigo
de claridad templada.

Y sólo hay luz,
tras las sombras de la hoguera.

Y antes de cualquier beso,
antes incluso de cualquier fondo
respira tu aliento,
para detener a todo Dios
y a todo Mundo.

Y sólo queda el movimiento
de una sigilosa lágrima,
que cae sumisa al misterio
hecho imagen.

Sonríe cada grano del enfoque,
con que acunas al recuerdo
entre tus ojos.

Y no se que decirte
cuando te debo el favor,
de permitirme llorar
ante la quietud de tanta belleza.

jueves, 5 de mayo de 2011

Te regalo Abriles


Y se muere otro Abril.

Y amanece el Mayo
llorando en mis alas.

Y no sabe a lirios
ni huele a racimos
ni acoge con soles.

Y tu Enero,
sigue nevando en mis labios.

Y cuando vuelvan los Abriles,
le seguiré regalando
el agua de sus lluvias,
a tus yermos calendarios.

martes, 3 de mayo de 2011

Me llamas barroco


Me llamas barroco
si me encadeno a tu cintura,
con palabras.

En la espera de la piel,
ayuno,
espero,
me extingo y rezo.

No te burles
de la torpeza de mi voz,
y de mi mano equivocada
si buscando tu textura
se tropieza,
dominada en un botón
de tu sonrisa.

Me miras en los nudos
y los deslías con un beso,
tan certero y humano
como el tacto de tus labios.

Ahora callas
y me pide tu mirada
que no deje de ser,
jamás,
un barroco enamorado
que desate mis cordones
en los mares de tu atlas.

domingo, 1 de mayo de 2011

Espejos rotos


Has vuelto a hacerlo,
¿Verdad?

Debes saber,
que no pienso recoger tu lluvia de cristales.

Hoy voy a permitir,
que nos hiera el frío en la ventana.
Esa que tan nerviosa ocultas
rasgada en sus añicos.
Esa que nos llueve desde el polo,
donde vive el desamor
en su mar de hielo.

Has comido de las zarzas,
boreales y asesinas,
las que ya nunca regamos.

Y aún afilas tus dientes
con sus congeladas raspas.

Pero lo debes saber,
que mis estrellas digieren las espinas en su ocaso
y ya no sangro de su lodo.

Ni lavo mis pies con su veneno.
Ni estallo.
Ni corro.
Ni lloro.

Tú lo sabes y yo lo sé.
Lo has vuelto a hacer
y a mi,
me cicatriza aún más,
nuestra compartida bóveda
con sus espejos rotos.