Se de ese hambre
que revolotea
junto a las mariposas
que viven en mi vientre.
Pero yo te seguiré amando.
Me escondo y espero
en un hueco de distancia,
mi silencio
y un enigma por tu rostro.
A veces,
rompo tu coraza de neblina
y destapo esa mirada
que vuela para otro lado
evitándome los ojos.
Se lo que siente el ser despojado
del único cabello
que le oculta
de sus manos tan vacías.
Yo me haré un traje con tu nada.
Si, merece la pena
fabricar sonidos
si son como tu voz descalza,
o como este miedo mío
a deshojarme el alma
entre palabras.
Volveré a buscar
un tropiezo en tu latido,
cuando bebas del poema
con mi jadeo en suspenso.
Y yo, también se de lo baldío,
de aquella siembra
que no recogerá nunca
cosecha alguna.
Aun así, yo siempre te seguiré sembrando.
Y en el próximo misterio
como debajo de una fuente,
me bañaré de nuevo
en tu impecable sonrisa.
que revolotea
junto a las mariposas
que viven en mi vientre.
Pero yo te seguiré amando.
Me escondo y espero
en un hueco de distancia,
mi silencio
y un enigma por tu rostro.
A veces,
rompo tu coraza de neblina
y destapo esa mirada
que vuela para otro lado
evitándome los ojos.
Se lo que siente el ser despojado
del único cabello
que le oculta
de sus manos tan vacías.
Yo me haré un traje con tu nada.
Si, merece la pena
fabricar sonidos
si son como tu voz descalza,
o como este miedo mío
a deshojarme el alma
entre palabras.
Volveré a buscar
un tropiezo en tu latido,
cuando bebas del poema
con mi jadeo en suspenso.
Y yo, también se de lo baldío,
de aquella siembra
que no recogerá nunca
cosecha alguna.
Aun así, yo siempre te seguiré sembrando.
Y en el próximo misterio
como debajo de una fuente,
me bañaré de nuevo
en tu impecable sonrisa.