Respirando el aire con polución.
Con tejidos de cristal mis sienes…
Ya bailo entre tumbas sin nombre,
y desde mis rebeldes años maduros,
pides paso tú, mi sueño al lucero.
Llegarás deprisa, como flor al alba.
Cuando salgas al día, ya no te detengas,
no quites siquiera, el polvo al silencio.
Y lánzale al mundo, tu grito con fuerza,
para saludarle, para que te tema.
Y te iras despacio, con la luna blanca.
Cuando llegue tu noche, la noche más larga,
conversa entre estrellas, entre los cometas…
Despide sin prisas a aquellos que amaste,
y solo un instante, un guiño al que odiaste.
No llores por mí, si ya estoy ausente…
seguiré a tu lado, viajaré contigo.
No me voy desnudo, con el alma seca,
porque solo tú, mi fruto al crepúsculo…
eres suficiente para embellecer mi vida.