Curiosas geometrías
ponen rostro al pulso enamorado.
La cara más corriente
busca el tacto a lo que brilla
pero a veces solo basta
ser la sombra en media luna
con billete diurno a tu fachada.
Ser camaleón de capa transparente
sentado en el brocal de tu manzana.
A veces acampa en otra orilla
un anónimo relámpago
y con saberme innecesario
ya me sobran las caricias.
Sentado en esta silla
hoy solo quiero ser
festivo espectador de tu alegría.