sábado, 22 de noviembre de 2014

#65

No hay nada casual
en el idioma de los ojos,
recorre audaz un túnel de viento
y bombea la única verdad
de los deseos.

A fauces rotas
nadie levanta sonrisas,
pero con ella todo es distinto,
un tristealegre copo
de nieve inexplorada.

Del lenguaje de su falda
de casa a la escuela,
van piando gorriones
locos por sus giros.

Y es que tanta luz
de frágil mariposa
desarma al mismo cielo
desde el primer alba,
en su minúscula nota.

Yo amo a esa mujer
en el punto exacto de su boca
donde laxas son las horas
que el trabajo inventa,
siempre para no volvernos locos.