jueves, 10 de marzo de 2011

Primavera


Ya abres la ventana
que bebía ayer de mi silencio.
Quedó oculta entre mi boca
y su lluvia gris de cigarrillos.
Las frías nubes me borraron
en su extremo horizonte,
aquellas invisibles flores
que tu tanto amas.

Me muerdes tímida el pecho,
primavera hospitalaria,
y el manantial abierto
riega gotas de colores,
cada invernal estancia
de mi agradecida casa.

Hoy pego en los cristales,
el aliento de tu beso
y las huellas que dejaron
tus pies mojados.
Hoy cubro mi piel
con tus azules soles.
Hoy me parece que pintas,
en mi oquedad mas negra,
una verdecálida sonrisa.