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Invisible en tu pared de rosas:
Un camaleón inerte y camuflado
por las yardas de tu escote.
Lo inobservado en tu camino:
El cuerpo clandestino
temeroso y oculto tras su sombra.
Lo que duerme entre tus polos:
el Norteño y Sureño de tu ombligo,
la floresta que no siembras.
Soy el remate en la palabra:
El silencio entre dos tildes,
desde una aguda hasta otra llana.
La espalda vencida a tu sandalia:
El vasallo de tus gestos
que se abrocha en tu alianza.
Un reloj sin tiempo:
Los minutos, los días
los segundos que te esperan.
Y lo que Debo Ser:
EL envío que anhela tu valija,
ese TODO que aún no llega.
Y yo sólo concibo,
que eres tú hacia donde voy,
ayer, ahora y SIEMPRE
2 comentarios:
Me levanto el sombrero, señor Susón.
Un beso Neni.
Gracias escritora, todo un halago.
Otro beso
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