domingo, 29 de mayo de 2011
Soledades
Hablo de soledades
cuando me agito el alma
y espero que la descorches.
Sirvo la encarnada lluvia
en dos copas de Murano
y te lleno mi voz a tragos.
Miras con ausencia
al recoger los pedazos
de quien se hizo boca
para estrellar su botella
en la pared equivocada.
Suena tu eco en el envase,
intacto y vacío
y sonrío si preguntas:
¿Por qué somos viscerales?
Después,
secas las escamas
con los calcinados versos
y la muda incomprensión.
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4 comentarios:
No me canso de leerlo, mi querido incomprendido.
Mua,
Nená.
hay que ser visceral para saber que es serlo...
arrepentirse no es una palabra que esté en el diccionario, nunca la uses, no existe
Un beso poeta
Pues... pensamos lo mismo Eva.
Me gusta.
Un beso
Un besito Neni.
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