miércoles, 20 de abril de 2011
Imagina mi deseo
Imagíname,
en lo que te debe mi boca
y en todo mi cuerpo apresado.
La voz que no ha de ser
mas allá de mi deseo.
Mírame tan solo
en ese atisbo de cordura,
antes de estrellar mis ojos
contra tus costas océanos.
Tu lluvia lo arrastra todo,
mi cuerpo en su piel mojada
sumergido por el beso.
Acaríciame tan solo
en la tensión de mi cuerpo,
antes de hechizar temblores
de mi brazo hasta mis dedos
Desnuda entre mis sienes,
un sol que llueve cenizas
en mi frágil temor al fuego.
Y escúchame tan solo
en el trueno de este intento,
antes de ahogar confesiones
por el miedo a tu sonrojo.
Atrapas el latido exacto,
que no deba alzarse a la voz
para gritar que te ama.
Tendrás que perdonarme
por todo lo que se me esconde
y no es capaz de abrazarte.
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