martes, 19 de abril de 2011
Aquí te espero
Mi latido que no para de guardar en cada descanso
los recuerdos...
Que suave mi espera posada en tu falda,
la necesidad serena de tus manos sin caricias.
Manos escribientes, enredaderas por alguna celosía.
Callan los gritos de la carne, se cierran sus bocas
y solo saben amar, revolcándose en la tinta.
En cualquier universo veo un viajero amante
sentado en el borde de su maleta mientras espera.
Nuestro universo tiene dos únicos caminos
que se cruzan en un paso.
He apoyado mi maleta
junto al letrero con tu nombre y te estoy esperando.
No estoy solo amor, te presiento tan cercana.
Me llega tu perfume en la brisa que levanta mi pañuelo.
Tus pies lejanos, en los ecos de algún trueno
y me llega tu sonrisa en cristales de tormentas.
No galopes, no tengas prisa, que estás muy cerca.
No tengas miedo que yo he llegado y aquí te espero,
sentado justo al filo, de la piel de mi maleta.
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