miércoles, 30 de marzo de 2011
Volátil desaliento
Confieso que a veces
no recuerdo si te amo,
pero si se del miedo
cuando no evitamos
la mordedura de agua,
que se desliza fría
por nuestra almohada.
Nos prevalece el olvido
como pájaros sin alas,
que mueren en silencio
y se alejan sin pisadas
naúfragos de caminos.
Seguiremos juntos,
volátiles y asustados,
saboreando lo oscuro
de este gravitatorio filo,
cuando se avalance
la ponzoña peregrina
y nos libere del luto
de saber que fue mayor,
nuestro miedo que el amor.
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