lunes, 24 de enero de 2011
Tachaduras
Y vosotros poetas...
¿Disparáis al que os ama,
o censuráis vuestros versos?
Borraduras nerviosas.
Impulcras rayas sin cuidados.
Tachones con tinta edulcorada.
Involuntaria daga que se escapa,
como eco robado de otra boca.
Voces con ánimos frustrados.
Rayas en abortos lapidarios.
Mortales cantos a la nada.
¿Se olvidaron tal vez de la belleza
en su lengua blasfema y asesina?
Hoy, mueren los poemas...
Inacabados mares que se secan
en manos de sus dioses creadores.
Hoy tú, poeta...
Único Dios de tu disparo,
entierras tu fusil bajo tachones.
Y tú que me amas...
Recibe de mí hoy, este poema muerto,
esta bala fallida hacia tu costa.
Que a tu playa no arribe mi cadáver,
inerte, sin voz y desalmado.
Vive entre cautivos arenales,
impaciente por mis olas que te cantan,
y en tu prórroga de anónima esperanza,
a unos versos limpios e intachables.
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