Espero que este adviento despeje la niebla,
al refugio de la silla que aún conserva tu textura
de los días templados.
Que la dominical lluvia vierta su penitencia
y me condene a rezarte cada día,
a apaciguar tus pies cansados,
a remar mientras duermes,
y a apagar tu luna para velarte
bajo el candil de mis estrellas.
Que me secuestre el invierno
si no evito la muralla entre coraza y silencio
y no comulgue a diario, sentado en la sacristía
de tu sonrisa.
Foto de :Saul Landell
1 comentario:
Me encanta, Suso.
Nená
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