Somos murmullos alados,
inexplorados planetas
ciegos y libres.
Gravedades que se buscan
sin remedio.
Amamos la pulcritud que tiene esta distancia
que nos une las mareas con sus lunas.
Arenales que no erosionan las bocas
con rúbricas de saladas cicatrices.
Y aprendimos a escribir de mares limpios
de latidos cubiertos con silencios.
Sabemos de la calma de pasiones
y de lo asexual que ostenta lo escondido.
Pero, cada insomne noche yo te busco
en la orilla más sedienta de tu casa
y con la piel brillante tu me besas
en mi náufrago cristal y en su mensaje.
Y vocifero tu fiebre
en cada uno de mis sueños
y me incendias con palabras,
en este gélido verano.
Queremos escapar de rectas singladuras
Inmáculos y desnudos,
pero nos dejaremos vencer en esta playa,
que aún no sabe de las huellas.
Tenemos el ineludible apremio
de arrojar las alas en la mar vencida
y fundir nuestros cuerpos mutilados
en la misma orilla y sobre la misma estela.
1 comentario:
Un mua grandote, desde este otro lejano planeta.
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