martes, 22 de marzo de 2011
Escenarios
Queda la vergüenza,
esa voraz depredadora
de la que intentas huir,
pero jamás fuiste capaz.
Te cubres con su niebla
y dejas de ser el mago,
que resucita una melodía
en los silbidos de las balas
que te lanzan con desgana.
Te quedas solo,
sin escudos y sin magias.
Levanta cruel su telón
y te exhibe desnudo,
ante cualquier público
que se acerca curioso
a revolver tu camerino.
Cuando te zarandea
la anarquía de un verso,
su dura desvergüenza
te lo roba todo.
No siempre la soledad
te muerde el alma
y se entrega temerosa,
para dejarse apresar
entre unos focos,
pero tú siempre,
mueres un poco.
Hoy sientes un mordisco seco,
una lágrima por no ser otro
que aun siga mecido
en un devoto aplauso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Muy bien señor Susón. Sólo cuando uno sabe escribir desde dentro, siente ese "pudor" y ese pié en huida.
Mua.
Gracias Neni,
Me encanta que te guste.
Un beso
Publicar un comentario