domingo, 21 de noviembre de 2010
Parada de Oasis
Ladrón de tus abrazos en aceite hirviendo.
De escapes con humo engrasado por curvas
y de viento con gas, sobre mi puño cerrado.
Lobo del asfalto, con el cuerpo tumbado,
sobre los mares de trigos y de amapolas.
Dejo ya mi montura de sol, por la de invierno.
Me junto con vosotros, a comer por los oasis,
a detener unos momentos, la fuga de latidos
y de fieras tormentas, llenas de adrenalina…
Paradas en batallas, por tierras de Valencia.
Vosotros que corríais a compases de mi escape,
en hileras de las luces, con banderas rectilíneas,
devorando con hambruna las nubes del camino.
Volveréis a cabalgar por las dunas de desiertos,
cuando un nuevo sol de primavera nos cobije.
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