lunes, 11 de octubre de 2010

y seguirá cayendo la lluvia...


Lluvia sobre espaldas que caminan dejando recuerdos
que se abandonan a sus horizontes finales, ignorantes a los ojos
húmedos y vacíos que no los recuerdan…

Lluvia que cae en mares de metales y de nubes podridas
de millones de esponjas, que escaparon de un mar tan en calma
como aquel marinero bajo gotas saladas…

Lluvia de encuentros y despedidas sin abrazos y a escondidas
que alojaron grises esperanzas de libranzas, que jamás cedieron
a la vida misma y su inexorable destino…

Lluvia planetaria y universal que nos riega a todos las viñas
y las casas y los huertos y alguna que otra hoja de papel escrita,
deshaciendo en arroyos sus letras de tinta….

Lluvia que empapa los amargos tragos del inspirador vino
sumiso y condenado a la mediocridad de los versos que desata,
ahogando los sueños de poetas frustrados…

Lluvia de nueva vida que late en primaveras tibias y floridas,
verdes en su nobleza rebelde, que descubren soles y frescuras
mientras son mecidas por manos campesinas…

Lluvia sobre mi pena tan gélida y dura que se siente aliviada
por el agua que la deshiela liberando, atrapadas e inmóviles,
a un centenar de siluetas que nunca me amaron…

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