jueves, 29 de enero de 2015

Jueves


Cada jueves,
resbalo de tu lecho
desnudo de periódicos
y regreso al oficio
de inaugurar hangares,
debajo de mi estómago.
La simétrica semana
se desgobierna.

Cada jueves,
voy inventariando alas
de ángeles caídos.
Hay sitio para tí
este día,
para tus tímidos pies
ocultos en mi renglón
saciado de promesas.

Cada jueves,
soy mecenas de las aves
que se sientan invisibles
y acompaño a mis fantasmas
barriendo en las avenidas,
tus miradas lastimeras
y ese hedor a rutinas
que destilan mis versos.

Las distancias circulares

Cuando hablas de distancias,
dibujas cada centímetro de mi beso
con el trazo preciso de un compás,
y arrojas tus zapatos dentro.

La tierra se alarga con cada palabra
y las musas viajan por las arterias,
como las mariposas muertas
que arrastra el humo de un poema.

Sé que no vendrás a desnudarte
con el jugo de mi voz entre las piernas.

Mi corazón es un desagüe infinito
que no conoce el disparo de tus labios,
solo sabe de su sed
y también recuerda, que solo queda agua
en ese pequeño y circular oasis
desde donde tú le llamas.

Ser luciérnaga


Se tú la huida
de mi convexa medianía
y sus inútiles fracasos.

Voy a descorcharte
con tu beso de luciérnaga
Voy a colgarme de tu brazo
y del arco iris de tu boca.
Voy a empaparme
en tu lluvia de cristales.

Me curas tú
si me descalzo con la luna
o si se me oculto
tras las dudas de mis manos.

Ven silbando
en la luminaria de tu paso
y en la blancura
que salpica de tu canto.

Devuélveme la desnudez
y quémame la ropa
hasta mi siguiente huida.

Agita el viento del poeta,
en mi cabello con espinas,
con el aurea de tu abrazo
y descúbrete en mis pies
cuando a oscuras, te camine.

domingo, 7 de diciembre de 2014

#66

El barquero quiso llevarle,
hasta esa mancha oceánica
de su piel cruda y deshojada.
Ella, le permitió probar el llanto
y su agridulce aliento a soledad.
El, le permitió matar el recuerdo
y convertirlo en leyenda.
No hay cima sin despeñadero
ni fuente donde una sabandija
encuentre tanta sangre potable,
como en la herida enamorada
de un corazón suicida.

sábado, 22 de noviembre de 2014

#65

No hay nada casual
en el idioma de los ojos,
recorre audaz un túnel de viento
y bombea la única verdad
de los deseos.

A fauces rotas
nadie levanta sonrisas,
pero con ella todo es distinto,
un tristealegre copo
de nieve inexplorada.

Del lenguaje de su falda
de casa a la escuela,
van piando gorriones
locos por sus giros.

Y es que tanta luz
de frágil mariposa
desarma al mismo cielo
desde el primer alba,
en su minúscula nota.

Yo amo a esa mujer
en el punto exacto de su boca
donde laxas son las horas
que el trabajo inventa,
siempre para no volvernos locos.