lunes, 14 de febrero de 2011

Etermistad


Nada tuyo muere.
Tu plétora de soles
se anida por mi boca
y guian mi latido,
tus cantos inmortales.

Sedentario en mi piel,
todo se conserva exacto.
Plenitud desde el inicio,
que no ensucia mi reloj
ni un leve olvido.

Cómplice de lo eterno,
me traes el abrazo
que nunca erosiona.
Tatuador de planetas
con indeleble trazo.

Cuantas veces anduvo
mi pie en tu zapato.
Zancada tan fiel,
a mi cómplice paso
polizón del camino.

Vivan ya mis canas
libres a tu viento.
Mueran ya pegados
eternas sus cenizas,
mi cuerpo en tu camisa.

Y seguiran latiendo,
inmunes a la amnesia.

Un abrazo, Negro. 13 de Febrero