miércoles, 6 de octubre de 2010

De vuelta a mi principio


Salí corriendo de una estancia helada
hasta el borde infinito de la ventana,
con las puntas al filo de sus aristas
y mis dedos cazando gotas de agua.
Mis pies, mariposas que cosquillean,
si te sienten volviendo por la vereda
para llevarme a esa antípoda tan alejada,
a ese instante tan fiel que es la partida.

Te ví en mi principio ya tan velado
que parecía tan solo locura mía.
He atracado en mil puertos no deseados,
de habitantes sin rostro, que gruñen versos.
He soñado tu voz peinando brisas
y he pedido entre lunas, verte en mi inicio.
He vivido mi amor, tantos naufragios,
hasta que un grito ciego, encontró tu paso.

Pero hoy, ya te comparto táctil al beso
y a la mesa y a la almohada y con mi palabra.
Hoy ensucia sobre el blanco la huella que me nace.
Soy viajero novel, y tú estás a mi lado.
Mi estela es el universo que no está perdido.
Mi mano ya no caza agua sino espuma,
y ya aprendí a saltar, de bordes y ventanas.
Me lancé contigo hacia el dulce abismo,
que me lleva por fin, de vuelta a mi principio.