sábado, 27 de noviembre de 2010

Mis montañas





Tú,
Mi amiga,
Tú ya lo sabías.
Ahora que te lo canto
y nada queda en las raíces
que habitaban por mi garganta
y no me olvidé preguntar a mi piel,
ni... a mi corazón , ni a mi fiel cabeza.
Ya respondí a las dudas que me guardaba
por entre mi almohada y tu delicada espalda.
Tú lo sabes de antes, desde cuando descubriste,
como temblaba mi trémula piel, muda por tu mirada
y cuando reías viendo como se iba deshacíendo la nieve
de mis montañas... estando yo tan en silencio, tan callado.
Tan mudo aún de los versos y de los cánticos, que ya te dejo.
Si, mi querido amor, si… tú ya entonces sabías que yo te amaba.