miércoles, 29 de junio de 2011

Apremio


Somos murmullos alados,
inexplorados planetas
ciegos y libres.
Gravedades que se buscan
sin remedio.
Amamos la pulcritud que tiene esta distancia
que nos une las mareas con sus lunas.
Arenales que no erosionan las bocas
con rúbricas de saladas cicatrices.

Y aprendimos a escribir de mares limpios
de latidos cubiertos con silencios.
Sabemos de la calma de pasiones
y de lo asexual que ostenta lo escondido.

Pero, cada insomne noche yo te busco
en la orilla más sedienta de tu casa
y con la piel brillante tu me besas
en mi náufrago cristal y en su mensaje.

Y vocifero tu fiebre
en cada uno de mis sueños
y me incendias con palabras,
en este gélido verano.

Queremos escapar de rectas singladuras
Inmáculos y desnudos,
pero nos dejaremos vencer en esta playa,
que aún no sabe de las huellas.

Tenemos el ineludible apremio
de arrojar las alas en la mar vencida
y fundir nuestros cuerpos mutilados
en la misma orilla y sobre la misma estela.

viernes, 24 de junio de 2011

Epitafio

Solo así
es como debes recordarme;
lleno de voz entre las manos
y luciendo algún poema
en la garganta.

Amando lo cercano
de tus pies en movimiento
y dando libertades a los vientos
para que aprendan a besarte con descaro.
Desoyendo los destinos elegidos
y calzándome con ese andarín aliento
que me ayude a desnudarte de libranzas.

Y solo así,
nos perdurará el tiempo
con el reloj de arena
que nos deje su epitafio:

No sucumba tu vuelo ni mi rama,
ni un fortín desnutrido por olvidos,
porque ambos decidimos
hacernos carne en el camino,
con la volátil jaula de un poeta
que pudo dar su amor a quien le ama.

sábado, 18 de junio de 2011

Nuestra chistera

Allí dentro,
cualquier océano
parece una gota de rocío.

Todo cabe tan sobrado
dentro de nuestra chistera;
en ese abismo claro
donde gravita la magia
contigo inmersa.

Me sigues hoy
entre las montañas
de juguetes
de cuando era pequeño.
Y después me cruzaré
con el primer beso
corriendo tras tu sombra

Entre los geranios,
la tempranera caricia
me saluda con las manos,
firmes y honestas.
Nos cae la lluvia arcoiris
y rebosa las acequias con su aventura,
mientras tomamos el té
sin sombrereros ni locos.

Cuando te conjure
hacia las butacas
en uno de nuestros bolos,
te disfrazarás de flor,
y entre el polvo en fumarola,
volarás con la primera sonrisa
que nos aplauda.

Dentro,
eres el misterio.
Fuera,
una flor nube que vuela
y les desvela al oido
algunos de los secretos
de nuestra magia.

viernes, 17 de junio de 2011

A la deriva



Soy solo una nota
a la deriva:


El cuerpo y el corazón
se colaron por la valla del descampado.
Les gustó la anarquía de sus hierbas,
desnudas y asilvestradas,
en un jardín salvaje, sin luz ni asfaltado,
y mirar con desprecio los tiestos de las casas.

Ahora solo buscan dormitar
con una amapola de alargado tallo.

Tal vez por que soy la mujer
y siempre les recuerdo las prisiones
que nos enseñaron nuestros padres.
Tal vez por ello,
me lanzaron en medio de la mar,
en una botella.
Me alejaron de su vista
y ahora yo, me educo sola.

Si tu me encuentras,
llévame con ellos a ese descampado,
acaso, me enseñen a correr
detrás de la amapola de rojos cabellos.
No quiero quedarme sola entre las olas.
No quiero perderme para siempre
sin mis dos hermanos.

Firmado: La Cabeza

jueves, 16 de junio de 2011

¿Donde quedó?


Este silencio,
secuestra a mi gato de angora
y tus retratos de madreselvas
se borran de las paredes.
Nada me ronronea el tacto
Nada levanta esta mirada
con tu perfume de lunas.

Este silencio me deja
mirando las musarañas
y afilándome la lengua
con un canto rodado,
que entró sin permiso
por algún agujero.

Este silencio es tan duro
y tan vacío.
¿Donde quedó el viento?
¿Y aquella mesa con velas?
Escribo en raíles de humo,
y la pluma se me ha roto
(tantas veces)
con sus gritos de tachones.

No quiero olvidar
que se escuchaba entonces
desde el cristal laminado
de la ventana.

Acaso,
yo solo te miraba a ti,
recogiéndome flores
por los tejados,
mientras maullabas
mi nombre.

miércoles, 15 de junio de 2011

Amaneceres estancados

Este acertijo es tan indigesto
como desayunar asteroides
mojados en el rocío estancado.
Duele cada despertar
que nos llueva con tu voz
y su reseco estiercol.

Fuiste un superviviente
con la piel de una serpiente calva.
Aprendiste a mover la cola
para un sigiloso amo,
(que no conocías)
pero no dejaste de maldecir tu camada.

Tu ceguera
nos robó siempre la sangre.
Estúpida invidencia
de aquel que quiere
abollar el viento con pedradas.

Alguien se esmeró
en regalarte un oficio,
si, un trabajo de juglar,
y te quedaste afónico
de tanto cantarnos que el mar
es un vientre con petróleo,
que cubre su piel de aceite
con mondas de patata.

Te convertiste en un perro
y olías sumiso cada culo,
cada meada esquina
de aquellos que nos mordieron.

Yo te llamaba tragafuegos
con cubiertos de hojalata,
cuando relamías el cuenco
con que se alimentaba
tu anoréxica neurona.

Te hiciste moroso en afectos,
nunca nos quisiste vestidos
con zapatillas de andar por casa.
Y seguiremos pagando esta deuda,
cada mañana que venga impregnada
con el olor de tu camisa.

lunes, 13 de junio de 2011

Tu impecable sonrisa

Se de ese hambre
que revolotea
junto a las mariposas
que viven en mi vientre.
Pero yo te seguiré amando.

Me escondo y espero
en un hueco de distancia,
mi silencio
y un enigma por tu rostro.

A veces,
rompo tu coraza de neblina
y destapo esa mirada
que vuela para otro lado
evitándome los ojos.

Se lo que siente el ser despojado
del único cabello
que le oculta
de sus manos tan vacías.
Yo me haré un traje con tu nada.

Si, merece la pena
fabricar sonidos
si son como tu voz descalza,
o como este miedo mío
a deshojarme el alma
entre palabras.

Volveré a buscar
un tropiezo en tu latido,
cuando bebas del poema
con mi jadeo en suspenso.

Y yo, también se de lo baldío,
de aquella siembra
que no recogerá nunca
cosecha alguna.
Aun así, yo siempre te seguiré sembrando.

Y en el próximo misterio
como debajo de una fuente,
me bañaré de nuevo
en tu impecable sonrisa.

sábado, 11 de junio de 2011

Tú, si que sabes hablar con Ella (La Musa)

"Para aquellos que tanto admiro, admirables seres perfectos, Musa hablantes iluminados que no son lámparas por los watios con que nos iluminan sino por los ampedos – perdón amperios- con que se proyectan. Para ellos y sus curativos proyectiles, tan bien digeridos y tan orgánicos.... hoy les brindo mi poema con todo el cariño del mundo. .........."

Y
tú,
si
que
sabes
hablar
con Ella,
con la Musa....................................
Que suerte la tuya escritor ilustrado,
no haces cola para hablar con tu Musa,
se te revela un solo instante, en el estrado.
Hoy, en el primer empuje de la amanecida,
has sido tocado por su mano y con su Don.
Corre, no se te manche el níveo pantalón.
Corre, corre, que ella ya llega enseguida.
Corre ya, galopa, que no vas a llegar
a su gloriosa cadena hacerla sonar.
Corre, que Ella viene sin medida.
Corre, que no se te pegue detrás.




“....Y sepan los hombres de buen corazón, que de entre todos ellos..... alguno yo conozco, cuya última gotita nunca empapa su pantalón (cae en pernera ajena)”

De un poeta comprometido con el planeta
AMÉN

jueves, 9 de junio de 2011

Hubo un tiempo


Hubo un tiempo
que acariciaba el aire
si venía tiznado de saliva
y la sangre de las piedras
fué el veneno de mis manos
para librar puñaladas.

Hubo un tiempo
que amaba con desprecio.

A veces te recuerdo
cuando era combatiente.
Profanaba cada noche
la claridad de tus ojos
y una luz en las aldeas
ardía bajo mis pasos.

Hubo un tiempo
que no rezaba en las derrotas.

Las fraguas no licuaron
lo que sobrevive de fiereza
entre mis piernas.
Y cubierto en celofanes
te mostraba las heridas
para beber de mi rastro.

Hubo un tiempo,
que aún luchaba en cada guerra.

miércoles, 8 de junio de 2011

Intempestades


El tiempo,
reminiscencia azul.
Helado con sabor agridulce.
Tan quebradizo,
que no despeina el flequillo del niño,
rectilíneo sobre su ceja.

Un amarre
que estira la pupila inerte y fría
hacia la esquina vacía de una mesa.
Y nunca camina,
sigue disfrutando el mismo plato
que compartimos entonces
y hoy devoro en esta soledad
que te brindo en una lágrima.
El mismo color.
El mismo aroma.
Y una silla vacía.

Lloran los mismos recuerdos
y alguno más
que voy sumando en una arqueta,
preñando la memoria
con un duelo recóndito y privado.

Tan íntimo,
que jamás se me escapa
de esta cárcel de sueños
donde estoy sepultado.
Nunca me abandona,
se va colgando en las costillas
y me hacina con diamantes y con rocas.

Todo lo que fué y aquello que se quedó en deseo
sobre la visagra de tus ojos.
El tiempo hoy me vence
en una esquina con penumbra,
requisado en mi mirada intempesta.

lunes, 6 de junio de 2011

Otro poema estéril


He apoyado este poema
en un atril tan trasparente
como el lenguaje que lo empuja.

Lo estiro firme con la mano,
la misma que después de hacerlo credo
traicionará como ovillo en la basura.

Te has perfumado el corazón,
para poder escuchar sin la voz
esta confesión que no sabe de versos.

Y tras una proclama de lo cierto,
nos urge mutarla en alimento
de unos labios desgranándose en tu boca.

Se queda mi sonrisa sin su deuda,
el destello en el foro de tu duda
y comemos tras la hambruna de la espera.

Y me sigue temblando la garganta
en lo alto del atril donde sucumbe
un poema de amor, que no debió ser escrito nunca.

miércoles, 1 de junio de 2011

Nuevo mensaje de texto


Tal vez te lo creas,
que me tienes cercado
y masticas despacio
lo dulce y lo amargo,
mi carne y su verso.

Aqui tú me inventas.
Un hombre tallado en mitad de un recuadro
inanimado.
Y tengo la voz, la boca y los brazos.

No busques por allí
la textura de mi mano.
Mi mano es gestera y algo vergonzosa
Y cuando ama, se precipita
y sube tres grados en su valentía.

No busques por allí,
el fondo de mi vaso
La mueca de mi cara
con gesto emocionado
o en el grito de guerra.

O cuando te mira a los ojos y se cuela en esa idea
que tú te reservas.

¿Quieres más de mí? , ¿Solo este semblante?

Te lo estás perdiendo,
en esta falacia binaria
pierdes mi momento,
mi dura vehemencia
y mi osadía.

No se cosecha, en tu estéril recinto,
ni mi olor ni mis besos.