sábado, 14 de mayo de 2011

Componiendo


Quiero hablar de métricas,
de lo bien que suenan
las corcheas en tu espalda,
las fusas, semifusas
afinadas con los labios.

El sonido en mi garganta,
el fagot de un tenor asustado
que imita tu voz ante el espejo.

Y la tuya evidencia la risa
y el llanto y el grito
y el deseo bañado en caricias.

¿Es ya de madrugada?
Si, todo es advenimiento y sinfonía,
ya amanece sin sed de alba.

Nos afanamos en entender este momento
y creo,
que no sabemos de lenguas tan antiguas
y no podremos siquiera traducirlas.

Porque no hay,
un acorde inmortal en las gramolas
y llevamos la armonía entre manojos.

Aún
no se despiden los pañuelos
desde la cima de tus rizos,
no hay puerto, ni anden
ni embarcadero
donde me alcen de puntillas
para alejarme de tus sueños.

Y es que hoy,
me siento el gran compositor
que estrena el canto de tu lecho
acariciando cada una de las teclas
de tu rendido cuerpo.

Mírame,
me vierto al infierno de cabeza
y ya no hay perdón que me importe.

jueves, 12 de mayo de 2011

Imágenes

Y aprieto los labios
en la superficie más rugosa
del secreto.

Sólo veo luz y emociones
que llaman por su nombre
cada estrella de la noche.

Y al fondo, una masa
con nieve en sus umbrales
me muerde el alma con su látigo
de claridad templada.

Y sólo hay luz,
tras las sombras de la hoguera.

Y antes de cualquier beso,
antes incluso de cualquier fondo
respira tu aliento,
para detener a todo Dios
y a todo Mundo.

Y sólo queda el movimiento
de una sigilosa lágrima,
que cae sumisa al misterio
hecho imagen.

Sonríe cada grano del enfoque,
con que acunas al recuerdo
entre tus ojos.

Y no se que decirte
cuando te debo el favor,
de permitirme llorar
ante la quietud de tanta belleza.

jueves, 5 de mayo de 2011

Te regalo Abriles


Y se muere otro Abril.

Y amanece el Mayo
llorando en mis alas.

Y no sabe a lirios
ni huele a racimos
ni acoge con soles.

Y tu Enero,
sigue nevando en mis labios.

Y cuando vuelvan los Abriles,
le seguiré regalando
el agua de sus lluvias,
a tus yermos calendarios.

martes, 3 de mayo de 2011

Me llamas barroco


Me llamas barroco
si me encadeno a tu cintura,
con palabras.

En la espera de la piel,
ayuno,
espero,
me extingo y rezo.

No te burles
de la torpeza de mi voz,
y de mi mano equivocada
si buscando tu textura
se tropieza,
dominada en un botón
de tu sonrisa.

Me miras en los nudos
y los deslías con un beso,
tan certero y humano
como el tacto de tus labios.

Ahora callas
y me pide tu mirada
que no deje de ser,
jamás,
un barroco enamorado
que desate mis cordones
en los mares de tu atlas.

domingo, 1 de mayo de 2011

Espejos rotos


Has vuelto a hacerlo,
¿Verdad?

Debes saber,
que no pienso recoger tu lluvia de cristales.

Hoy voy a permitir,
que nos hiera el frío en la ventana.
Esa que tan nerviosa ocultas
rasgada en sus añicos.
Esa que nos llueve desde el polo,
donde vive el desamor
en su mar de hielo.

Has comido de las zarzas,
boreales y asesinas,
las que ya nunca regamos.

Y aún afilas tus dientes
con sus congeladas raspas.

Pero lo debes saber,
que mis estrellas digieren las espinas en su ocaso
y ya no sangro de su lodo.

Ni lavo mis pies con su veneno.
Ni estallo.
Ni corro.
Ni lloro.

Tú lo sabes y yo lo sé.
Lo has vuelto a hacer
y a mi,
me cicatriza aún más,
nuestra compartida bóveda
con sus espejos rotos.