miércoles, 10 de noviembre de 2010

Por si tienes hambre...


Que libre me siento
si permites amarte.
Con abrazos llenos
de mi febril locura,
que cazas al vuelo
con tu fiel premura.
Generosa ladrona
de voraces cielos.

Que fácil la espera
sin regalar futuros,
ni robarte tesoros
que dejas al fondo.
Habito entre sueños
con la dulce calma,
del duende mendigo
sentado en tu puerta.

Que grato anhelarte
si te llama el viaje
a capturar los soles
que luego compartes.
Suelto mi equipaje
Junto a tu zapatos.
Te dejo estos versos
por si tienes hambre.

martes, 9 de noviembre de 2010

Cambio de nubes


Cambio de nubes mudanzas de soles
Cristales colgantes con fríos sabores
Lluvias con estrellas de pluma ligera
Humo en chimeneas con viva caldera

Mañana con luto que bosteza oscura
Salpicándome el alba con su negrura
Arboles desnudos sin pardos ropajes
Cadenas y termos en todos los viajes

Vapor en las bocas con sus fumarolas
Sonrisas de niños que se lanzan bolas
Resbalan mis pasos por heladas noches
Corazones pintados en lunas de coches

Ocultos en mantas de la cama presos
Amantes templados por cálidos besos
Cestas que cargaron con los reclamos
De luces y manjares por los mercados

Desvisto mis salas de sus fotos de viajes
Por nuevos altares con los reyes y pajes
Cucharadas llenas de etéreas legumbres
Ollas sobre brasas en ardientes lumbres

Cambio de nubes con un calor menguante
Pisadas sobre espuma de algún caminante
Desde estos temblores veinticuatro versos
Que cambian otoños por nuevos inviernos

domingo, 31 de octubre de 2010

Instantes de despedida


Un instante tan breve como eterno
Yo buscaba…
La textura transparente de tu rostro.
El sonido que encerraba tu silencio.
El color de tus miradas sin pupilas.
Me costaba salir del opaco laberinto
cuanto más me acercaba a su salida.

Un instante tan breve como eterno
Yo ya encuentro…
La piel rasgada de tu acústica textura.
El grito oscuro del sonido de tu adiós.
El rugoso color de tus ojos en la fuga.
Un segundo que nos libra de ese infierno
que habitaba tan invisible entre los dos.

viernes, 29 de octubre de 2010

No me quedas...Ya no estás


Manos que no sanaron
ni mis dolientes pudores.
Miro con pavor la cama
donde yace ya tu muerte.

No me quedas...
Ya no estás.

Silencios por no olvidar
llantos vacíos y mudos.
Me quedo rezando ecos,
tu boca olvidó su voz.

No me quedas…
Ya no estás.

Ahora tu blanco silencio
manda lluvias a mis ojos.
Ellos invocan tus truenos
y tu pecho ya no estalla.

No me quedas…
Ya no estás.

Focos de luz en los tubos
que matan calor en fuga.
Que solo y frío me quedo,
mientras huyo ya de tí.

No me quedas…
Ya no estás.

jueves, 28 de octubre de 2010

Me imagino...


Me imagino el agua
que se embalsa en mis pisadas
y caricias de espuma de mar
salpicándome la cara.
Me recreo con tu playa
y los secretos que te guardas.
Tú quedas, morena y desnuda,
intimando con el sol.
Bella sobre tu trono de arena
coronada con sombrero.
Con el viento febril de aquella tarde
levantando tu pareo.

Mis ojos te detienen de pié
sobre fondos de un sol anaranjado.
Y tu silueta, con sombrero borsalino
conquistando aquellas playas.
Me cuesta alejarme de tu reino
y regresarme a mi destierro.
Para ser de nuevo capitán de mi velero
que encalló por rascacielos,
con un velamen lleno de racimos
de finos cables y de antenas.
Trampas que acabarían para siempre
con tus vuelos de gaviotas.

Aquí solo tengo olas que estremecen
con sus gritos crepitantes.
Olas de colores metálicos
con las luces rectilíneas pero muertas.
No me voy a recrear en tu instantánea,
voy a estar dentro de ella…
Dejarme bailar por la feliz belleza
que te retiene cautivada y quieta,
tan celosa del instante.
Sueño yo mirarle, con tu ojos de corales.
Quiero capturar tus universos,
que ya busco, aunque solo me imagino.