martes, 12 de octubre de 2010

De todo... no dudo


Sigues pegando la palabra en tus latidos,
me observas con tu boca muda y la mirada en huida.
¿Que sabe el poeta lo que trovan los rizos de tu cuello?
Me queda la duda….

Acudes solícita a la ardiente mano que te invoca,
ciega a tus ojos posados en la frente que no besan.
¿Qué sabe el amante de fumarolas del volcán de tus venas?
Me queda la duda…

Guías el paso hacia un horizonte distinto a mi espalda,
mis pies aran frente a tu camino pero hacia otros soles.
¿Qué sabe el viajero de los anhelos de huellas invisibles?
Me queda la duda…

Deshaces sábanas en turbias noches matando sombras,
me encuentro dunas con muertos sin rostro de madrugada.
¿Qué saben mis sueños de tus oníricos fantasmas y pesadillas?
Me queda la duda...

Y…yo que te comparto en la intención y en mi boca
y en el paso decidido hacia mis nortes y mis sures,
y te me quedas presa por entre ensoñaciones de nubes.
No dudo... en lo que te amo… no dudo…

lunes, 11 de octubre de 2010

y seguirá cayendo la lluvia...


Lluvia sobre espaldas que caminan dejando recuerdos
que se abandonan a sus horizontes finales, ignorantes a los ojos
húmedos y vacíos que no los recuerdan…

Lluvia que cae en mares de metales y de nubes podridas
de millones de esponjas, que escaparon de un mar tan en calma
como aquel marinero bajo gotas saladas…

Lluvia de encuentros y despedidas sin abrazos y a escondidas
que alojaron grises esperanzas de libranzas, que jamás cedieron
a la vida misma y su inexorable destino…

Lluvia planetaria y universal que nos riega a todos las viñas
y las casas y los huertos y alguna que otra hoja de papel escrita,
deshaciendo en arroyos sus letras de tinta….

Lluvia que empapa los amargos tragos del inspirador vino
sumiso y condenado a la mediocridad de los versos que desata,
ahogando los sueños de poetas frustrados…

Lluvia de nueva vida que late en primaveras tibias y floridas,
verdes en su nobleza rebelde, que descubren soles y frescuras
mientras son mecidas por manos campesinas…

Lluvia sobre mi pena tan gélida y dura que se siente aliviada
por el agua que la deshiela liberando, atrapadas e inmóviles,
a un centenar de siluetas que nunca me amaron…

domingo, 10 de octubre de 2010

Qué sabemos...


Qué sabemos de balances y rencores
si contamos las estrellas cada noche,
con miradas presas mientras fumamos.
Y desayunamos en la cama entre flores
salpicando con rocíos de amaneceres.

Qué sabemos de fracasos de otros tiempos
si yo te espero cada jornada por los mesones,
donde nos sirven charlas de vinos y licores.
Y despintamos mi corbata y tus carmines
coloreando los grises y a sus gobiernos.

Qué sabemos de míseras almas de gentes
si nos miran besándonos en sus portales,
paseando en las mismas aceras y avenidas.
Y danzamos cambiando pasos con simetría
recogiendo las flores que ellos no vieron.

Qué sabemos del juicio de quien nos odia
si ni siquiera conoce nuestros pecados,
que vacian los labios en tantas lunas.
Y cometemos con saña y alevosía
disfrutando el amor aunque nos juzguen.

viernes, 8 de octubre de 2010

Vigilia de amantes


El vigía que bebe de esta noche en vela,
vencedor y vencido quedé en tu contienda.
Hoy tu boca insomne se pegó a mis versos,
sellada y muda ahora, ya infiel a mis besos,
y en tregua de metrallas, por curvas y alabarda.

Reposa la guerrera, enfrente y cautiva.
Me clavo en tu figura, soñándote sudores.
Te miro al fin sumisa, inmóvil y dormida,
belleza conquistada por cien temblores,
que te ardieron, sin dolor y sin honores.

En medio de tus lunas brillan diamantes,
que fluyen por tus valles para regarlos,
son tímidos rocíos , triunfos amantes.
Belleza recostada, frontera de mi esquina,
desnuda y silenciosa con dulces heridas.

Ya presiento que acaba la nocturna vigilia,
viajarán sus estrellas al sol que despierta.
Levantemos amantes nuestras espadas
y dejemos al alba, soldados presos…
que prosiga de nuevo, nuestra batalla…

miércoles, 6 de octubre de 2010

De vuelta a mi principio


Salí corriendo de una estancia helada
hasta el borde infinito de la ventana,
con las puntas al filo de sus aristas
y mis dedos cazando gotas de agua.
Mis pies, mariposas que cosquillean,
si te sienten volviendo por la vereda
para llevarme a esa antípoda tan alejada,
a ese instante tan fiel que es la partida.

Te ví en mi principio ya tan velado
que parecía tan solo locura mía.
He atracado en mil puertos no deseados,
de habitantes sin rostro, que gruñen versos.
He soñado tu voz peinando brisas
y he pedido entre lunas, verte en mi inicio.
He vivido mi amor, tantos naufragios,
hasta que un grito ciego, encontró tu paso.

Pero hoy, ya te comparto táctil al beso
y a la mesa y a la almohada y con mi palabra.
Hoy ensucia sobre el blanco la huella que me nace.
Soy viajero novel, y tú estás a mi lado.
Mi estela es el universo que no está perdido.
Mi mano ya no caza agua sino espuma,
y ya aprendí a saltar, de bordes y ventanas.
Me lancé contigo hacia el dulce abismo,
que me lleva por fin, de vuelta a mi principio.