domingo, 10 de octubre de 2010

Qué sabemos...


Qué sabemos de balances y rencores
si contamos las estrellas cada noche,
con miradas presas mientras fumamos.
Y desayunamos en la cama entre flores
salpicando con rocíos de amaneceres.

Qué sabemos de fracasos de otros tiempos
si yo te espero cada jornada por los mesones,
donde nos sirven charlas de vinos y licores.
Y despintamos mi corbata y tus carmines
coloreando los grises y a sus gobiernos.

Qué sabemos de míseras almas de gentes
si nos miran besándonos en sus portales,
paseando en las mismas aceras y avenidas.
Y danzamos cambiando pasos con simetría
recogiendo las flores que ellos no vieron.

Qué sabemos del juicio de quien nos odia
si ni siquiera conoce nuestros pecados,
que vacian los labios en tantas lunas.
Y cometemos con saña y alevosía
disfrutando el amor aunque nos juzguen.

viernes, 8 de octubre de 2010

Vigilia de amantes


El vigía que bebe de esta noche en vela,
vencedor y vencido quedé en tu contienda.
Hoy tu boca insomne se pegó a mis versos,
sellada y muda ahora, ya infiel a mis besos,
y en tregua de metrallas, por curvas y alabarda.

Reposa la guerrera, enfrente y cautiva.
Me clavo en tu figura, soñándote sudores.
Te miro al fin sumisa, inmóvil y dormida,
belleza conquistada por cien temblores,
que te ardieron, sin dolor y sin honores.

En medio de tus lunas brillan diamantes,
que fluyen por tus valles para regarlos,
son tímidos rocíos , triunfos amantes.
Belleza recostada, frontera de mi esquina,
desnuda y silenciosa con dulces heridas.

Ya presiento que acaba la nocturna vigilia,
viajarán sus estrellas al sol que despierta.
Levantemos amantes nuestras espadas
y dejemos al alba, soldados presos…
que prosiga de nuevo, nuestra batalla…

miércoles, 6 de octubre de 2010

De vuelta a mi principio


Salí corriendo de una estancia helada
hasta el borde infinito de la ventana,
con las puntas al filo de sus aristas
y mis dedos cazando gotas de agua.
Mis pies, mariposas que cosquillean,
si te sienten volviendo por la vereda
para llevarme a esa antípoda tan alejada,
a ese instante tan fiel que es la partida.

Te ví en mi principio ya tan velado
que parecía tan solo locura mía.
He atracado en mil puertos no deseados,
de habitantes sin rostro, que gruñen versos.
He soñado tu voz peinando brisas
y he pedido entre lunas, verte en mi inicio.
He vivido mi amor, tantos naufragios,
hasta que un grito ciego, encontró tu paso.

Pero hoy, ya te comparto táctil al beso
y a la mesa y a la almohada y con mi palabra.
Hoy ensucia sobre el blanco la huella que me nace.
Soy viajero novel, y tú estás a mi lado.
Mi estela es el universo que no está perdido.
Mi mano ya no caza agua sino espuma,
y ya aprendí a saltar, de bordes y ventanas.
Me lancé contigo hacia el dulce abismo,
que me lleva por fin, de vuelta a mi principio.

sábado, 2 de octubre de 2010

Todo menos Tú...


Todo tan a mano como la espuma en la orilla,
que se abandona siempre a cualquier visita.
Y como el viento que no persigues afanado,
porque te busca en su anárquica andadura.
Todo es tan cercano como la risa, el llanto, la deuda
y nuestro hábito fiel a los desengaños.
Todo menos alguien en este momento,
que ya no quiero espuma, ni viento, ni risa,
ni llanto, ni deuda, ni fiel desengaño.
Te quiero tan a mano, pero te me escondes.
Te quiero tan cercana, que tú te me pierdes…

viernes, 1 de octubre de 2010

Y... mi casa... en el medio


Hoy la tarde se posaba en su sombrero
y en su capa de soldado desterrado.
Mira el vuelo de las sombras del ropero,
y le evocan francachelas del pasado.

El navega entre dos puntos cardinales,
hoy su bolsa, ¿será cóncava o convexa?
Se permuta entre opulencia y mendigueo,
como un rio, del torrente hacia los valles.

Si festeja el domingo con laureles,
tal vez rece por un viernes de vigilia.
Migratorio desde Sures cartesianos,
descendía ayer... de Nortes boreales.

El camina con el paso libre y quedo,
de quien busca tan solo en el presente.
No le teme a quedarse sin camisa,
ni se jacta de invitarnos a su reino.

Hoy mi mesa se engalana de colores
y se visten con bordados mis manteles.
En el medio de su viaje me ha buscado,
en la escala de su vuelo hacia otros soles.

Hoy reposa en mi huerto y en mi casa,
peregrino desde el polo con escarcha.
Yo... vacío mi alacena en su mochila,
él... me llena con sus versos la despensa.